En los últimos días, el Centro de Despachantes de Aduana (CDA) transmitió al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, la “marcada preocupación” que afecta al sector a raíz de “la baja en los niveles de actividad, con el consecuente impacto en la situación laboral y financiera de los despachantes de aduana, sus empleados y comisionistas”.
La posición del CDA fue compartida por las autoridades de la Asociación de Empleados de Despachantes de Aduana, AEDA, así como también por los representantes de las terminales portuarias y otros actores independientes vinculados directa o indirectamente con la actividad, en una de las reuniones periódicas convocadas por la Secretaría para evaluar dicha situación. El Centro se comprometió a acercar a la dependencia oficial datos concretos del citado impacto en la labor de los despachantes, a los efectos de la elaboración de mecanismos que ayuden a mitigar la compleja situación que atraviesan.
Para ello, pidió que hasta el próximo martes sus asociados acerquen al CDA la información que dispongan respecto a reducciones, ajustes o reacomodamientos de personal contratado a la fecha, tomando como base el período enero-diciembre 2011. La próxima reunión en Comercio Interior está prevista para el viernes 1º de junio. En el mismo encuentro, el Centro hizo llegar a la Secretaría inquietudes de sus asociados sobre aspectos operativos de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), algunas de las cuales no tienen como ámbito de aplicación a la cartera que conduce Moreno sino a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), organismo al que el CDA también trasladará tales inquietudes.
Los operadores del comercio exterior deben lidiar para se autoricen cada operación
Mediante la presentación de las declaraciones juradas anticipadas de importación, y también acordar con los bancos para que le autoricen la compra de dólares y poder pagar la mercadería.
En este contexto, también está complicando el negocio de los importadores la disparada del dólar blue, que ayer cerró a $ 5,71 contra el $ 4,47 el oficial. La diferencia comenzó a acentuarse días atrás, y genera una fuerte inquietud entre los importadores. “Dependerá de lo que crea que va a pasar cada importador, si considera que la suba del dólar paralelo esconde una futura devaluación o es sólo producto de la presión de los minoristas por no poder comprar dólares en el mercado oficial”, señaló a Clarín el presidente de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), Diego Pérez Santistéban.
