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Contenedores: la escasez es un problema en el mundo, en la Argentina y en Cuyo

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Como si a los productores y exportadores argentinos no le faltaran problemas, ahora el temor pasa por perder compradores por este problema logístico que se agudizó y no parece tener solución al menos en el corto plazo. El combo de los problemas para los exportadores puede resultar letal si, según explican, no se toman medidas para hacer menos costoso y complejo exportar.

Primero, un problema global

Al 10 de junio de 2021, el Índice mundial de contenedores (WCI) de Drewry, índice global de tarifas de fletes por contenedor al contado, alcanzó un máximo de 6.727 dólares por unidad, en todas las principales rutas, impulsado directamente por la pandemia ocasionada por el covid-19.

En los puertos chilenos, la acumulación de cargas en los puertos de contenedores chinos se ha ido reduciendo a medida que los trabajadores regresan gradualmente al trabajo después de la reducción de las restricciones en los viajes por coronavirus.

No podía ser diferente, en la Argentina también

En nuestro país, en la Argentina, los costos de los fletes también son un dolor de cabeza desde hace mucho tiempo. Los costos locales del flete es un tema que por ahora solo le preocupa a pocos, ni el Gobierno, ni las empresas ni los sindicatos asumen que el problema es real y si no se genera un debate serio, los problemas terminarán explotando sin control.

Entre enero y mayo de 2021, los costos para transportar mercadería crecieron 26%, impulsados principalmente por el alza de los combustibles promovidos y aceptados desde el gobierno hacia el sector privado que solo atina a seguir la estela gubernamental sin siquiera dar aviso que el problema persiste y solo lo están pateando hacia adelante.

El dato surge del Índice de Costos del Transporte de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), y coincide con lo que muestra el Índice de Costos Logísticos Nacionales de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol). La entidad cambió de liderazgo hace pocos meses pero sus problemas de comunicación y relacionamiento persisten.

El costo del transporte carretero tiene cada vez mayor incidencia en el costo de los productos. Algunos se olvidan del aumento de los combustibles y del transporte de la mercadería en general. Si no hay debate, no hay solución y todo será cada vez peor.

De acuerdo con el relevamiento de Fadeeac, en mayo, los costos volvieron a aumentar (se registró un incremento de 3,16%), y con ese resultado, si se miden los últimos 12 meses, transportar mercadería por camión fue 55,6%. La tendencia de aceleración de los costos es una preocupación para la actividad.

Las exportaciones de las provincias están siendo muy afectadas por la escasez mundial de contenedores en el puerto y el aumento de los costos que en han trepado hasta el doble de hace un año en algunos casos. Un sondeo en el sector reveló que hay empresas locales que hace un mes y medio que tienen embarques de productos agroindustriales como vinos, pasas, aceites parados en el puerto de Buenos Aires esperando ser embarcados hacia el destino de sus compradores.También tienen problemas los industriales locales que importan mercancías, al estar recibiendo con mucha demora y debiendo afrontar costos más altos de lo pensado.

El problema no es una novedad. Está presente no solo en medios especializados sino también en los masivos y, siendo precisos, en las redes sociales también.

En los puertos, en todos

La falta de disponibilidad de contenedores es un problema mundial que nació con la pandemia, cuando los países pararon de comerciar materias primas y productos por las cuarentenas, los contenedores se apilaron en puertos chinos y europeos.

Cuando comenzó la reactivación, las navieras no pusieron más barcos y optaron por trabajar con menor capacidad pero cobrando mucho más por contenedor transportado, según explicaron desde la Cámara de Comercio Exterior.

Desde San Juan, Región de Cuyo (tienen la opción de elegir por donde sacar sus mercancías, por el Atlántico o el Pacífico), Antonio Gimenez explicó además que al colapsar los servicios por Chile, las cargas cuyanas obligatoriamente tienen que ir a Buenos Aires, aumentando la demanda además de tener que pagar costos terrestres que también se han encarecido. A eso se suma la falta de certezas en las rutas y el menor atractivo del puerto argentino, frente a otros más grandes y mucho menos costosos.

En el Diario de cuyo hacen referencia justamente a ese problema y explican que la Unión Industrial de San Juan explicaron que hoy un flete de China que estaba el año pasado a 3.000 o 3.500 dólares hoy cuesta alrededor de 7.000 dólares un contenedor de 40 pies. “Traer un contenedor de Europa que estaba entre los 1.000 y 1.500 dólares, hoy está pisando los 2.500 de la moneda estadounidense”, dijo Gustavo Fernández, desde esa entidad.

Además, el sanjuanino agregó que aumentó el combustible por el encarecimiento del barril de petróleo que incide en el costo de los fletes internacionales. “Diría que eso está impactando en los precios de los productos importados más que el dólar”, aseguró.

Entre los bodegueros mendocinos y sanjuaninos crece la preocupación por las demoras en concretar sus envíos al mundo. Mauricio Fernández, desde la bodega Fraccionadora San Juan, dijo que hay cargas postergadas por la falta de contenedores y se quejó de los fuertes aumentos en dólares del flete marítimo en lo que va del año, de casi el 100% en dólares.

Mauricio Colomé, desde bodegas Casa Montes comentó que desde principios de mayo tiene una carga lista de vinos vendidos a Estados Unidos que no puede enviar. “La empresa encargada de retirarlo, hacer aduana y enviarlo al barco no puede hacerlo porque no hay contenedores”. “Hay preocupación de perder exportaciones porque un comprador no va a estar esperando tanto tiempo”, añadió.

El peruano Ivan Nolasco, radicado en San Juan y que exporta vinos a su país, dijo que el último año ha sido crítico para la operatividad aduanera por los altos costos logísticos. “Se hace difícil para el sector vitivinícola como para productos no tradicionales, no le conviene al productor-exportador”, indicó.

El medio cuyano también entrevistó a Mónica Barceló, licenciada en Comercio Exterior, despachante de aduanas y agente de transporte aduanero, trabaja con muchas pymes locales y explicó otros factores que inciden en el problema.

La aduanera dijo que la realidad en Argentina y especialmente San Juan, se debe a que la caída en las exportaciones por cuestiones de restricciones como la de la carne, derechos de exportación, tipo de cambio atrasado, etc. provoca una reducción en la demanda de fletes internacionales y contenedores.

“Por este motivo las líneas marítimas deben reprogramar los arribos de buques a puertos argentinos hasta cumplir con volumen que justifique ese operativo y los altos costos que se cobran en el país”, dijo.

La sanjuanina experta en comercio exterior finalizó que eso provoca una demora y encarece los contenedores de importación, sumado a un incremento de costos a nivel mundial post Covid. Finalmente indicó además que el tipo de cambio utilizado para pagar los fletes es más alto que el dólar oficial.