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Cómo es la obra para devolverle a la estación Constitución su brillo histórico

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Es de 1856 y sufrió varios cambios. Avanzan los trabajos en el hall. Y ya inauguraron una nueva sala de espera.

No debería ser una curiosidad, pero lo es: por primera vez en décadas la estación terminal de trenes de Constitución tendrá una sala de espera. Como sucede en cualquiera de las estaciones de trenes más importantes del mundo, aquí los usuarios del ferrocarril Roca tendrán también un sitio donde descansar y esperar la partida de los trenes. Será para quienes usan los servicios de larga distancia a Mar del Plata y Bahía Blanca.

Estas obras se enmarcan dentro de un plan de renovación integral de esta terminal, que arrancó un año atrás.

Desde esta terminal parten hacia Mar del Plata siete servicios semanales: seis de lunes a sábados, a las 15.28, y uno los domingos a las 15.20. A estos servicios se suma otro los fines de semana largos, a las 4.15. En tanto hacia Bahía Blanca hay tres servicios semanales que parten desde Constitución a las 19.52 los lunes, miércoles y viernes.

Si bien se trata de un tránsito de pasajeros no tan intenso, también es un espacio que aprovecharán quienes se acercan a comprar pasajes. La sala de espera, además, tiene conexión directa con el andén desde el que se despachan los trenes de larga distancia.

La última obra de restauración en esta estación se había realizado en 2005 pero su uso intensivo, y la falta de mantenimiento, volvieron a deteriorar el edificio.

Uno de los problemas mas importantes está en la circulación del subsuelo, allí donde se genera un nodo de distribución entre el subte y el tren. Es un espacio en el que se entregaron concesiones y se llenó de locales. Ahora esta zona está en plena obra para que en un futuro quede liberada.

La sala de espera forma parte de esta renovación integral: que incluyen restauración de fachadas, pisos y revestimientos en el hall, se impermeabilizarán los techos y se trabaja en el reemplazo de los paneles de vidrio de la cúpula. También se colocarán más asientos y más puntos de recarga para la SUBE. Las boleterías antiguas también serán restauradas y el ingreso por la calle Brasil, conocido como “Patio de los leones”, será reacondicionado y se sumarán locales comerciales.

En marzo del año pasado ya se inauguró el centro de trasbordo, que une la cabecera de la línea C con paradas de colectivos y alivió el enlace con el tren Roca.

Y anteriores son las obras hechas en superficie, que cambiaron las paradas y los refugios para colectivos, y la puesta en valor de ambas plazas.

Según Trenes Argentinos Operaciones -la empresa del Estado que administra la operación ferroviaria- se invertirán $ 477 millones y aunque en un principio la obra debería estar terminada en junio de 2018, fuentes oficiales informaron que los trabajos podrían concluir durante el tercer trimestre.

Pero los cambios están en el ADN de esta estación, una de las mas bellas de la Ciudad y, junto a la de Retiro, ejemplo de la arquitectura monumental.

El edificio original fue inaugurado en 1865, pero solo 20 años después -en un momento en el que Buenos Aires comenzaba a dejar de ser aldea para transformarse en urbe- quedó chico.

Fue entonces que se construyó parte del actual edificio, inspirado en el castillo francés de Maisons-Laffitte, e inaugurado en 1887. Pero el movimiento de gente continuó en aumento y fue ampliado hacia sus costados varias veces.

Una de ellas entre 1902 y 1907, cuando los arquitectos Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas también incorporaron la cúpula que todavía subsiste. El último gran cambio se hizo entre 1922 y 1925. Además de sumar playas de maniobras y un gran depósito, se hizo el hall central actual, que da a Hornos.

 

Fuente: Clarín

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