Según aseguran las autoridades aéreas chinas (CAAC), la normativa europea que rige desde el 1 de enero "contraviene las bases del acuerdo climático de la ONU y la legislación internacional de aviación". No obstante, el comunicado de la CAAC apunta que el Gobierno chino espera negociar una solución con la Unión Europea, indicó la agencia de noticias Dpa.
Las compañías, de acuerdo con las normas de la CAAC, tampoco podrán elevar sus precios o añadir cuotas sin el permiso del gobierno. "China se opone a la decisión de la UE de imponer el plan a aerolíneas no europeas", agrega el texto, según el cual el gobierno de Beijing "considerará adoptar las medidas necesarias para proteger los intereses de los ciudadanos y compañías chinas".
Por su parte, Bruselas espera también poder solucionar el conflicto mediante negociaciones, según aseguró el jefe de la delegación de la UE en Beijing, Markus Ederer. El diplomático europeo no prevé efectos inmediatos de la decisión china, ya que las aerolíneas no tendrán obligación de reportar sus emisiones de gases contaminantes hasta 2013. Además, durante una primera etapa las empresas sólo tendrán que pagar un 20 por ciento de los derechos de emisión.
