Así lo publicó hoy una agencia de noticias uy.press. Los renunciantes son el jefe de gabinete de Nascimento, el director general del Departamento de Infraestructura y otros dos miembros de staff. Según el semanario, no sólo las constructoras debían pagar el “canon”; también las consultoras del sector tenían que aportar 5% de la facturación por la elaboración de proyecto de autopistas y rutas, además de obras en ferrocarriles. Al parecer, lo recaudado iba a las arcas del Partido de la República; a cambio de esa “contribución”, se beneficiaban con una sobrefacturación de los presupuestos y la garantía de éxito en las licitaciones .
A pesar de esta denuncia, el PR dista de ser el más corrupto entre las principales agrupaciones. Según datos del Tribunal Supremo Electoral, la organización está en séptimo lugar atrás del opositor socialdemócrata PSDB, del también enemigo del gobierno DEM y del oficialista PMDB, uno de los dos grandes grupos partidarios de la coalición que sostiene a Dilma. La presidenta, según consignaba ayer la prensa brasileña, ya le había llamado la atención al ministerio por el “abultado” presupuesto en obras de infraestructura vial.
Un crecimiento desmedido del costo de los proyectos la llevó a convocar a los ahora renunciantes. En la cita en el Planalto, Dilma los increpó: “Ustedes inflan el valor de los proyectos. Así, no hay presupuesto fiscal que aguante los aumentos propuestos por el ministerio. Tendría que duplicar la presión tributaria en el país”. Se lo dijo al viceministro de esa cartera, Paulo Sergio Passo.
Ayer, al trascender la denuncia, Nascimento decidió pedir la renuncia de sus cuatro colaboradores más cercanos, que se concretará hoy. De acuerdo con los diarios brasileños también está en juego el puesto del propio ministro, quien ayer decidió pedir una investigación de la Fiscalía General de la Unión. Las coimas cosechadas por el cuarteto iban principalmente a engrosar los cofres partidarios. Pero una parte de ese dinero servía también para distribuir entre parlamentarios del partido . El problema es que detrás del esquema delictivo se encontraría un encumbrado integrante del PR, el diputado Valdemar da Costa Neto, actual secretario general de ese partido.
Según la publicación paulista que consignó el caso, con reconocidos lazos en los medios opositores al gobierno tanto de Lula antes como de Dilma ahora, senadores socialdemócratas planeaban exigir hoy “una postura más firme” de Dilma ante este caso de corrupción. Si fuera así, llegaron tarde: la renuncia de los cuatro acusados vacía de contenido esa demanda . No obstante, los opositores no se privaron de embestir contra el oficialismo por cuenta de ese presunto cohecho. “Lo que espanta es ver la inacción de la presidenta. No basta comprobar la corrupción, hay que tomar medidas. Llegó la hora de cambiar el rumbo del gobierno que hace 8 años viene blindando políticos” declaró el jefe del bloque socialdemócrata en el senado Alvaro Dias.
