La central obrera conducida por Hugo Moyano, pidió que "se utilice el diálogo social para superar los diferendos que puedan existir entre la conducción de la empresa y los trabajadores".
“No podemos olvidar que fueron los trabajadores, y en especial los técnicos aeronáuticos, los que más lucharon cuando Aerolíneas era absurda e indecorosamente vaciada durante los gobiernos neoliberales de Menem y De La Rúa; ni tampoco que en aquel tiempo la entonces Ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, pretendió llevar a delante una medida similar que -coherentes con nuestros principios- también rechazamos unánimamente”. Dicta categóricamente el comunicado.
“resulta impensable que los trabajadores aeronáuticos, que lucharon a través de sus organizaciones gremiales desde siempre en defensa de nuestra línea aérea de bandera, pretendan hoy causar daños irreparables que pongan en peligro su normal funcionamiento. Si hay controversias entre los trabajadores y la dirección de la empresa, éstas deben solucionarse por el diálogo, debiendo exigírsele a la patronal un mayor compromiso para la resolución de los conflictos” culmina.
APA: Una de cal y una de arena
La Asociación del Personal Aeronáutico también emitió un comunicado donde por un lado reafirma su apoyo a la gestión que lleva adelante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en “la recuperación de Aerolíneas Argentinas y Austral” pero al mismo tiempo expresa su descontento con la decisión presidencial de “volver a pasar a manos militares (Fuerza Aérea) el sector de los controladores aéreos.”
“Justamente hoy cuando queda claro que el enemigo está dentro de la compañía, y no afuera, cuando personajes siniestros vuelven a embestir contra un proyecto de línea de bandera, sin medir consecuencias para el país, los usuarios y los trabajadores”. Señaló Edgardo Llano, secretario general de APA.
Desde el gremio afrimaron que “Estos dirigentes que solo defienden intereses, y no justamente el de los trabajadores, son los mismos que durante los ´90 mientras nosotros sufríamos los despidos masivos de compañeros ellos nombraban directores que respondían a los intereses del gobierno menemista, los mismos que durante la crisis terminal que sufría el país y la empresa en el 2001 solo se preocupaban por preservar sus prebendas, y que finalmente en el 2008 no paraban de pregonar soluciones volviendo a repetir recetas privatistas bajo el seudónimo de “ARGENTINIZAR”.