Un día como hoy pero en 1928 ganaron la calle por primera vez los auto-colectivos: Un repaso por la historia del invento argentino que revolucionó el transporte llegando a transportar a más de doce millones de pasajeros.
Poco queda de aquellos “autos-colectivos” que el 24 de septiembre de 1928 ganaron la calle por primera vez, hoy servicios rápidos, cómodos y eficaces que supieron convivir con el tranvía, el tren y el subterráneo.
Un poco de contexto
En la República Argentina, estaba por comenzar la segunda presidencia de Hipólito Yrigoyen y la crisis financiera acechaba las bolsas del mundo. Los rioplantenses no estaban por ese entonces dispuestos a sacrificar los “burros” en la tarde del domingo, pero tampoco a pagar demasiado para llegar al hipódromo. Los “coches-taxis” recorrían las calles de la ciudad de Buenos Aires, en exasperantes filas, con la banderita de libre en alto.
Los pioneros
Aunque Manuel Rosendo Pazos fue quien pasó a la historia como el creador del “auto-colectivo”, muchos entendidos aseguran que José García Gálvez, Pedro Echegaray, Felipe Quintana, Lorenzo Forte y Rogelio Fernández agregaron sus granitos de ingenio.
La ciudad tenía en aquella época unos 7000 autos de alquiler, un exceso para 170.000 habitantes que tenía. El primer paso, lo dieron los “autos-colectivos” que comenzaron a llevar burreros, por el módico precio de un peso de aquel entonces.
Con este antecedente, comenzaron los primeros viajes, desde Rivadavia y Lacarra hasta Primera Junta, parando en Plaza Flores. El pasajero pagaba al chofer al descender del vehículo, los entre 10 y 20 centavos que costaba el servicio, de acuerdo con al trayecto realizado.
Pazos y otros siete taxistas, fundaron la línea 1, haciendo un alarde de visión al ponerle un número, que preanunciaba otras líneas. Transportaban hasta seis personas: tres en el asiento trasero, dos en los transportines desplegables y el restante, al lado del conductor. Así, fue que nació el Auto Colectivo también llamado Taxi Colectivo, Taxi Bus o Micro Bus, con recorridos fijos con los autos, levantando pasajeros en paradas y a un precio unitario. Un invento argentino que viajó por el mundo y revolucionó el transporte de pasajeros.
Fuente: Revista El AutoColectivo
