El incidente, que ocurrió el pasado 12 de octubre, ocurrió a tres kilómetros del aeropuerto a una altitud de 450 metros, cuando un avión de pasajeros de Skyjet chocó contra un dron. “Es la primera vez que un avión no tripulado ha alcanzado a un avión comercial en Canadá y estoy muy aliviado de que el avión haya sufrido daños menores y haya podido aterrizar sin peligro”, asegura el ministro de Transporte canadiense, Marc Garneau.
A raíz de este hecho, se llevaron a cabo medidas de seguridad provisionales que restringen la ubicación de aviones no tripulados de recreo. “Aunque la gran mayoría de los operadores de aviones no tripulados vuelan de manera responsable, la preocupación por incidentes como éste ha impulsado al Gobierno a tomar medidas de seguridad que restrinjan la ubicación de aviones no tripulados de recreo”, asegura el ministro.
“Me gustaría recordar a los operadores de drones que poner en peligro la seguridad de una aeronave es extremadamente peligroso y una ofensa seria. Cualquiera que viole las regulaciones podría estar sujeto a multas de hasta 25.000 dólares o prisión”, explicó el titular de Transporte de Canadá.