El martes GM suspendió la producción en el complejo y envió a los trabajadores a sus casas al asegurar que "prefiere no exponer a sus empleados a eventuales incitaciones y provocaciones comunes".
La decisión siguió a una huelga de 24 horas decretada el pasado 17 de julio por los trabajadores, que denuncian planes para recortar hasta 2.000 empleos. En la negociación de este miércoles entre el sindicato y la empresa en Sao Jose dos Campos también participan representantes del gobierno de la ciudad y del ministerio del Trabajo.
El representante del sindicato dijo además que para el final de la tarde del miércoles se programó una asamblea general "para determinar los pasos siguientes", a la luz de las conversaciones. La semana pasada, el fabricante estadounidense de vehículos insistió en que no había tomado ninguna decisión sobre despidos o rebaja de la producción en Sao José dos Campos, una ciudad de 640.000 habitantes.
El complejo de GM tiene ocho plantas donde trabajan unas 7.500 personas. La compañía dijo que no proporcionaría cifras de producción por "razones de competencia". La desaceleración de la economía brasileña, la sexta del mundo, ha afectado a la poderosa industria automotriz, cuya producción se redujo en el primer semestre a 1,55 millones de unidades (-9,4 por ciento) contra 1,71 millones en el mismo período del año pasado, de acuerdo al más reciente informe de la asociación de fabricantes Anfavea.
