En diálogo con Télam, trabajadores de la línea A que participan de las charlas en la sede principal de Metrovías (Bartolomé Mitre 3342), coincidieron en señalar que los cursos de capacitación que les brinda la empresa "no son sobre el cambio de formaciones -motivo por el cual el gobierno porteño dispuso por 56 días el cierre del ramal-, sino para evaluar su comportamiento laboral".
Uno de los boleteros del ramal, que pidió reserva de su identidad, dijo que las charlas son "una práctica antisindical" porque "con psicólogos están evaluando cuál es el comportamiento de los trabajadores con preguntas sobre compañerismo, actitud y cómo actuamos cuando hay un conflicto". Y agregó: "No está habiendo cursos de formación sobre el subte, que es lo que estamos pidiendo".
Por su parte, César Palacios, guarda y miembro de la comisión directiva de los Metrodelegados, señaló que "ayer empezaron cursos que poco tienen de capacitación específica en cuanto a lo que fue el motivo del cierre de la línea ’A‘" al tiempo que explicó que "los nuevos trenes chinos no están en los túneles".
Palacios sostuvo también que los cursos son brindados "por una consultora que no conocemos" y que no "son una capacitación, sino para averiguar como funcionás en el quehacer cotidiano". "Hay un poco de desorden y se nota cierta improvisación", completó sobre los cursos el guarda de la línea que une Plaza de Mayo con la estación Carabobo en el barrio de Flores.
Otro de los temas que causa preocupación en torno a la línea ’A‘ es el destino de los centenarios trenes belgas Brugoise.
Palacios dijo que actualmente "una cantidad importante (de los 95 vagones) se encuentra en el taller Polvorín del barrio de Caballito", mientras que otra parte de la flota está "en una de las vías de servicio entre las estaciones Plaza Miserere y Plaza de Mayo".
En tanto, otra fuente de los Metrodelegados señaló que el destino de los centenarios trenes "es un problema para el gobierno porteño, porque no tiene dónde ponerlos", ya que "en el taller Polvorín estarán transitoriamente hasta que se ubiquen los nuevos vagones chinos y el otro lugar donde podrían colocarlos, debajo de la autopista a la altura de la avenida Lacarra, es insuficiente".