Las partes iniciaron las conversaciones temprano este viernes, al día siguiente de una huelga matutina de dos horas a la que se adhirieron unos 4.000 empleados de la fábrica de GM en Sao José dos Campos, a 80 kilómetros de Sao Paulo. En un comunicado, el sindicato acusó a la empresa de mostrar continua intransigencia durante la reunión en Sao José dos Campos, a la que asistieron además representantes de los ministerios de Trabajo y Desarrollo.
El sindicato dijo que una nueva ronda de negociaciones estaba prevista para el próximo miércoles y que coincidiría con un día de acciones generalizadas contra GM en seis países: Argentina, Brasil, Colombia, España, Alemania y Estados Unidos. También solicitó una reunión con la presidenta Dilma Rousseff para exhortarla a detener los despidos previstos en una línea de producción en problemas en el complejo de la GM en el cinturón industrial paulista, que cuenta con ocho plantas y emplea a 7.500 trabajadores.
En agosto pasado, GM y el sindicato llegaron a un acuerdo para retrasar los despidos hasta 26 de enero. "Queremos que la presidenta Dilma (Rousseff) se reúna con los trabajadores de GM la semana que viene. La presidenta debe prohibir a GM, que recibe dinero público, llevar a cabo despidos masivos", dijo el presidente del sindicato, Antonio Ferreira de Barros, en un comunicado. "GM está actuando bien y no necesita eliminar puestos de trabajo. Vamos a seguir luchando con todas nuestras fuerzas para salvar los empleos de los trabajadores", agregó.
El sindicato estimó que los despidos previstos se podrían traducirse en una pérdida total de unos 15.000 puestos de trabajo en la ciudad de Sao José dos Campos.
