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Buenos Aires

Graves denuncias ambientales en la construcción del Puerto de Contenedores de La Plata, la justicia intervino

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Las obras cuestionadas consisten en el dragado de los fondos de los canales y su vuelco masivo en las Islas Paulino y Santiago, así como cortes de las cabeceras de las mismas islas , obras avaladas por el Consorcio de Gestión del Puerto de La Plata. Según publicó Telam, las denuncias en la Justicia se centran por la contaminación y destrucción ilegal de 50 hectáreas de bosques en las islas Paulino y Santiago, producto de la gestión de las obras de la empresa TecPlata S.A. “La polémica por el talado de árboles por el Metrobus porteño en plena 9 de Julio y Tecnópolis es ínfimo frente al daño que hacen estas obras portuarias”, sostuvieron los ambientalistas.

 

Este viernes 8 de marzo a las 10,  serán recibidos por la Jueza Cardoni, quien citó también a autoridades del Organismo Para el Desarrollo Sostenible (OPDS) -órgano de contralor provincial-, la Defensoría del Pueblo bonaerense y representantes legales de la empresa Tecplata S.A. de capitales filipinos. Un informe de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ya había advertido que debido a la contaminación medioambiental existente los barros extraídos del fondo del Río Santiago deben ser analizados profundamente y en su caso deben ser tratados, en forma previa a su disposición final. Pero al margen de esto, lo más importante es que esa disposición final no se debió hacer y no se puede hacer en las islas Paulino y Santiago, porque tienen un doble estándar de protección: son humedales y bosques, paisajes protegidos por la legislación internacional, nacional y provincial, que impide alterarlos en modo alguno.

 

El Director del Instituto de Estudios Agroindustriales y Ambientales de la Fundación Agronegocios y Agroalimentos, el ingeniero Hugo Cetrángolo, señaló que “el estudio de la UBA prueba el modo incorrecto en que se están realizando las tareas de dragado y refulado, y determinó la presencia de contaminantes en los sedimentos extraídos del lecho del Río Santiago, los que están siendo depositados en la Isla Paulino. La forma en que se realiza la disposición ha implicado la destrucción del humedal y el bosque ribereño. Las obras del puerto podrían realizarse respetando la ley, lo que implica cuidar y no degradar el medio ambiente. Un ahorro económico puntual es inaceptable por estar apoyado en una conducta contraria a la ley. Esta situación podría y debería evitarse".

 

Habitantes, productores de la zona y numerosas organizaciones no gubernamentales rechazan el impacto ambiental negativo producido por la forma en que se están llevando a cabo tales obras. “Nadie se opone a la construcción de la terminal portuaria, pero se rechaza la forma en que la empresa la lleva a cabo. Hace dos años venimos batallando para tratar de que hagan las cosas bien, no lo logramos, de ahí nuestras denuncias”, destacó Marcos Marini, productor afectado de la Isla Paulino.

 

“Nosotros creemos que la empresa busca hacer su obra rápido, ahorrando recursos económicos pero a costa del daño medioambiental hoy ya irreversible. Están removiendo sedimentos contaminados del lecho del Río Santiago y, sin tratamiento alguno, los están volcando en aguas abiertas y mediante el refulado –expulsión- es depositado en la superficie en la Isla Paulino, mediante un sistema de cañerías. Todo este proceso es ilegal, pues destruye el bosque ribereño y el humedal conformado por las islas Santiago y Paulino” argumentó Hugo Represa, abogado de los productores afectados. El letrado manifestó sobre las consecuencias sanitarias de la obra para la comunidad. “Están poniendo en riesgo la salud de la población.

 

Por otro lado, especialistas reconocidos en materia urbanística advierten que “están avanzando sin prever las obras de infraestructura necesarias para evitar una seria afectación del casco urbano una vez que se inaugure la obra”.

 

Las ONGs movilizadas

 

Por su parte Marcelo Martinez, presidente de la Asociación Nuevo Ambiente, sostuvo que “la consecuencia más significativa radica en la eliminación de más de 50 hectáreas del humedal y bosque sin ninguna posibilidad de reversión. Además se planean afectar 20 hectáreas adicionales. Esto impactará además en los habitantes y quinteros que habitan y trabajan en las islas Paulino y Santiago, sabemos que el daño está hecho pero estamos a tiempo para que las hectáreas que quedan no desaparezcan”.

 

Pero “tan preocupante como el daño hecho hasta ahora es el que pueden llegar a causar -advierte Martínez quien ha denunciado los hechos ante la Fiscalía de Estado, la dirección de Residuos Peligrosos y la Defensoría del Pueblo de la Nación-. El problema es que nadie sabe hasta dónde piensan llegar porque el Consorcio del Puerto no transparenta la información. Te vas enterando a medida que avanzan las obras. Y a este ritmo van a terminar por destruir innecesariamente gran parte de Isla Paulino y de Isla Santiago también”, dijo.

 

“Ojalá supiéramos lo que quieren hacer -dice también Alejandro Meitin de la organización Ala Plástica, que integra la Alianza Sistema de Humedales-. Por lo pronto lo que están haciendo es un grosero desmonte y un relleno sobre unas 50 hectáreas de la Isla Paulino, que es un ambiente con un doble estatus de protección. Porque sucede que además de estar amparada por la ley provincial de Paisaje Protegido, la Isla, por ser un gran humedal, se encuentra dentro de la Convención de Ramsar, que tiene a Argentina como uno de los países signatarios”.

 

Pero “a pesar de ese doble estatus de protección, siguen desmontando y disponiendo el refulado hasta una altura de cuatro metros que hace irrecuperable al humedal porque evita que circule el agua. Y ¡oh casualidad!: la altura a la que dispusieron el relleno es la misma que se exige para poder edificar”, comentó Meitin.