El malestar por lo que los trabajadores consideran una "confiscación de su poder adquisitivo", se extiende como un reguero de pólvora hacia la industria también. De hecho la conducción de la CGT oficialista, que comanda Antonio Caló, tendrá como prioritario el tema en su reunión del próximo miércoles.
"La presión que tuvimos desde que arrancó julio fue enorme. Si el gobierno apuesta a que este malestar es pasajeros se equivocan, con todos los gremios que hablamos nos dijeron que debe sellarse la unidad en la acción de todas las vertientes contra el autismo gubernamental", confió a Notitrans un asiduo miembro de la mesa chica del metalúrgico.
Así lo gremios más cercanos a Balcarce 50 no quieren confrontar a un año de cambio de gobierno, o que les metan el mote de "desestabilizadores". Prefieren conformar a sus bases con que están cuidando la estabilidad laboral y de que es el momento de la prudencia. Pero mientras tanto el consumo se posterga y el sueldo no alcanza, les repiten.
Del otro lado de la orilla, hay mas tambores de guerra y son los marítimos portuarios nucleados en la Fempinra los que decidieron pegar afiches por los alrededores de la Plaza de Mayo y principales corredores viales con una combinación de imagen y slogan que deja más parado al kirchnerismo como un aparato de punguistas que de un gobierno que se preocupa por la redistribución del ingreso. "Era lo mínimo, la punta del iceberg de la bronca que hay en el puerto", respondió un sindicalista moyanista.
Una marcha al congreso en agosto sin paro nacional es la salida moderada con mayor consenso, aunque el gastronómico Luis Barrionuevo no se cansa de taladrar su frase preferida. "Ni pelota nos van a dar, hagamos lo que hagamos. Están más preocupados por su futuro en la justicia que por los laburantes", dijo.
Escenificar la bronca
Según publicó Clarin, desde mayo dirigentes de la CGT oficialista vienen transmitiéndole al Gobierno la necesidad de actualizar el impuesto. Se lo plantearon a la Presidenta, a diferentes ministros del Gobierno, al titular de la AFIP Ricardo Echegaray, y a los diputados Eduardo De Pedro y Andrés Larroque, dos de los dirigentes de La Cámpora con más llegada a Cristina.
Ante la falta de respuestas, la central sindical definió un cambio de estrategia. A sus interlocutores del Gobierno directamente ya empezó a advertirles que “la situación llegó a un límite incontrolable” y que si no se modifica Ganancias “pronto habrá una reacción en escala”.
Los diferentes dirigentes de la CGT oficial se encargaron de difundir el encuentro y de remarcar que es para discutir qué hacer ante la falta de actualización de Ganancias. En limpio: quieren escenificar su bronca. “De mínima aprobaremos la redacción de un documento para manifestar nuestra preocupación y enojo”, dijo a Clarín el líder de un poderoso gremio industrial. Y agregó: “Otra alternativa es hacer una marcha al Congreso para reclamar una reforma impositiva”.
Hace 10 días, el ministro Carlos Tomada le anticipó a esa central que de manera “inminente” se anunciaría la exención de Ganancias al medio aguinaldo. Pero ya se inicia la segunda quincena de julio y aún no hubo novedades. Para la CGT que lidera Caló esa medida sería “insuficiente”. Anoche, en esa central sindical había otra vez versiones de que la próxima semana sí el Gobierno haría algún anuncio sobre Ganancias.