“Hay un exceso de esa estética amarilla, como las bicisendas, que la ciudad las merece, pero acá hay un sobre exceso de marketing por encima del servicio público”, afirmó el funcionario nacional.
Los colectivos dobles van a circular en zonas inundables. La ironía de Schiavi ante semejante localización fue que “cuando eso ocurra, sobre la calle Camargo o cerca de la avenida Nazca, el Metrobús se va a convertir en Buquebús”.
El funcionario, que trabajó en el gobierno de la ciudad en dos gestiones, recordó que “la línea de colectivos 34 era el trolebús 304, por ello alguna vez pensamos con el ex jefe de Gobierno, Jorge Telerman, en instalar allí un tranvía porque no invalidaba al tránsito pesado y semipesado de Juan B. Justo”.
Schiavi explicó que la avenida, que atraviesa la ciudad de oeste a norte, no puede tener un subterráneo porque debajo corre el arroyo Maldonado. Una vez trazada la Juan B Justo, y por esa razón geográfica, se transformó en la vinculación de una zona de carga, en la que la mayoría de frentes está dedicada al equipamiento.
Mucho Marketing
El código de planeamiento urbano define a la zona con la categoría “E”, que es la que corresponde a equipamiento. En ella se encuentran corralones, talleres y fábricas de muebles. “Siempre fue una avenida donde circulaban `las chatitas`, modelo 350 y camiones chicos -recordó- por lo que siempre se pensó en usarla con una productividad media para el transporte de pasajeros”.
Con el lanzamiento del Metrobús que propone el gobierno de la ciudad, se colocaron sobre la avenida estaciones y 42 paradas para dos líneas, la 166 y la 34, que reducen las cuatro vías a dos cada 400 metros, en cada mano, donde se abordarán los transportes por la izquierda.
“¿Con esta obra que hicieron? Armaron una gran obra de arquitectura para mostrar estética amarilla. Entonces pusieron una sobrecarga de arquitectura que genera varios problemas: la avenida pierde el carácter de evacuador del transporte de carga, ya que cada tres o cuatro cuadras tiene dos carriles por mano”.
La zona podría ser un embudo
Además, explicó, “si la inconducta urbana argentina, con lo que hay que contar, hace que haya un auto estacionado o con capot levantado en alguno de los lugares donde están las estaciones o en una descarga de un camión, la circulación se reducirá a un carril y eso es un embudo”.
“No hay otra alternativa, no se puede ir por otro lugar. Se hizo una arquitectura tal, que la frecuencia de esos colectivos, en vez de mejorar va a empeorar. Y encima se afectó al transporte privado y de carga”.
Respecto del ascenso a los vehículos en las dársenas montadas en la calzada, no utilizada en otra parte de la ciudad, Schiavi dijo que “acá eligieron eso, pero esta avenida no era para esto porque no es tan ancha, y menos con paradores alternativos que son más anchos que los centrales que usan en otras ciudades”.
Si llueve, “el Metrobús pasará a ser Buquebús”
“Lo que pudo ser una cosa buena para los vecinos -dijo-, se transformó en una complicación para el uso del transporte público, para el transporte de carga y el transporte privado, y en una incógnita sobre el transporte público: a la gente la van a dejar en medio de la calle, lo que es peligroso”.
Respecto de las inundaciones típicas del arroyo Maldonado, que no desaparecerían ni terminando las obras proyectadas, Schiavi dijo que “el Metrobús pasará a ser Buquebús y va a agravar la situación en la zona, porque en las partes bajas, Carmargo y Nazca, el colectivo va a generar una ola que va a pegar de vereda a vereda”.
La secretaría de Transporte nacional, detalló, no puede intervenir en la obra, salvo que en su funcionamiento afecte al transporte público ya que la obra es de la ciudad y el organismo solo interviene en casos de líneas de colectivos que traspasen una jurisdicción, como el caso de la línea 166 que formará parte del Metrobús.
Los vecinos también cuestionan la obra
Las líneas 132, 37, 61 y 62 circulan en la ciudad desde hace más de una década y no requirieron una estructura particular, por lo que Schiavi remarcó que las otras líneas de colectivos que aparecen en la avenida Juan B. Justo pueden tener problemas para circular.
Vecinos de la avenida cuestionaron la realización de este proyecto, desde la instalación de los obradores para cada parada. La protesta se materializará en recursos de amparo por los problemas que les producirá el proyecto de Macri.
Los frentistas enfatizaron que como las paradas para el Metrobús están en el medio de la avenida, los coches y camiones, además de los otros colectivos, pasarán necesariamente frente a sus casas por los carriles libres, lo que aumentará la contaminación Sonora.
